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Celulitis: qué es y tipos

Actualizado: 26 mar

La celulitis es algo que nos preocupa a muchos, porque está tan extendida que los datos nos dicen que afecta a un 90% de las mujeres (en algún momento de su vida) y solo a un 5-10% de los hombres. 

Qué es la celulitis?

El término celulitis se empleó por primera vez en el año 1920 por los médicos franceses Pavot y Alquier. Su definición ha ido evolucionando a lo largo de estos años, pero actualmente podemos definir la celulitis como:

La celulitis supone una alteración del tejido subcutáneo que viene acompañada de cambios en la microcirculación y en el tejido fibroso, de un trastorno del metabolismo lipídico y de la degradación de fibras de colágeno. Es por tanto, una alteración que supone un trastorno en el metabolismo del tejido subcutáneo, en el que intervienen distintos factores: alteración de la dermis, en la microcirculación y dentro de los adipocitos.


La piel tiene un aspecto ondulado, con irregularidades, con hoyuelos y nódulos. Se conoce también como “piel de naranja”.

Se produce una acumulación de líquidos y toxinas.


La celulitis se localiza principalmente en la zona de: caderas, glúteos, muslos y abdomen.

Localización celulitis
Localización celulitis

Si quieres recordar la estructura de la piel, para entender mejor la formación de celulitis, puedes consultar este artículo del blog.


La capa de la piel que está involucrada en la celulitis es la hipodermis ya que es donde se sitúa el tejido adiposo en la piel.

El tejido adiposo es uno de los tejidos más abundantes en nuestro organismo y supone el 15-20% del peso corporal en los hombres y el 20-25% en las mujeres. La distribución también es diferente: mientras que en las mujeres predomina en la región inferior del cuerpo, en los hombres predomina en la zona superior o abdominal. El tejido adiposo se localiza bajo la piel, alrededor de los vasos sanguíneos y en la cavidad abdominal.

Se distinguen dos tipos principales de tejido adiposo: tejido adiposo blanco y tejido adiposo marrón. Con distinta morfología, color y función.

El tejido adiposo está formado principalmente por los los adipocitos, aunque también lo forman otras células como fibroblastos, células endoteliales o macrófagos.


->El tejido adiposo marrón o pardo  es un tejido densamente inervado por el sistema simpático que consiste en adipocitos marrones, un tipo celular caracterizado por pequeñas gotas de lípidos, un núcleo central y un alto número de mitocondrias. 

Su principal función es regular la termogénesis (producción de calor) y esto es debido a que el mayor porcentaje de tejido marrón lo podemos encontrar en el tórax y abdomen. El mecanismo por el cual produce calor es porque disipa la energía produciendo así calor. Existe en mayor cantidad en recién nacidos y su número va disminuyendo con la edad.


->El tejido adiposo blanco es el más frecuente en adultos y es el compartimento de almacenamiento de energía principal del cuerpo humano. Se localiza en la mayor parte de los órganos como el tejido adiposo subcutáneo y el tejido adiposo visceral.

Los adipocitos blancos contienen una única gota o vacuola de lípidos almacenando el exceso de energía en forma de triglicéridos, por eso también se conocen como uniloculares.

Poseen pocas mitocondrias y el núcleo localizado en la periferia.

Adipocito blanco vs pardo
Adipocito blanco vs pardo

Los adipocitos blancos modifican su tamaño en diámetro y volumen en función de a cantidad de triglicéridos que almacenen.


El tejido adiposo está altamente capilarizado e inervado y está influenciado por múltiples factores hormonales y metabólicos.


El volumen del tejido adiposo puede variar, depende del equilibrio entre la lipolisis y la lipogénesis. Este equilibrio viene regulado a tres niveles: hormonal, metabólico y nervioso.

La lipogénesis es la síntesis de triglicéridos a partir de ácidos grasos que provienen de la dieta. 

La lipolisis es la degradación de estos triglicéridos acumulados y la liberación de los ácidos grasos que se utilizan por el organismo como combustible.


Cómo se forma la celulitis?

Aunque se han ido desarrollando distintas teorías a lo largo de los años, lo que todos los estudios parecen indicar es que hay 3 mecanismos o alteraciones que intervienen en la formación de la celulitis:

  • Desequilibrio lipolisis - lipogénesis.

  • Trastorno circulatorio.

  • Fibrosis.


Se produce un desequilibrio en la relación lipolisis-lipogénesis: cualquier alteración a nivel hormonal, metabólico o nervioso que rompa este equilibrio. 

Además, se produce un enlentecimiento de la circulación venosa y linfática. La disfunción de la microcirculación es una alteración determinante durante la formación de la celulitis. Los vasos se vuelven más permeables, se produce edema y extravasación.

El tejido fibroso de la matriz extracelular (colágeno, elastina) aumenta su depósito, generando rigidez, inflamación y la formación de nódulos.


Factores que intervienen en la formación:

La celulitis tiene un origen multifactorial, por lo que hay distintos factores que intervienen:


  • Sexo: las mujeres tenemos una predisposición mucho mayor que los hombres por el componente hormonal: los estrógenos y la progesterona favorecen la acumulación de grasas y la retención de líquidos. Es por eso por lo que hay tanta diferencia entre el impacto de la celulitis en mujeres o en hombres.

    Es especialmente importante el papel de los estrógenos en la adolescencia, en el embarazo, en la menopausia o en terapias farmacológicas.

  • Existe cierta predisposición genética: Interfieren distintos factores como: el número, la disposición y la sensibilidad de los receptores hormonales, la raza, ya que las mujeres de raza blanca tienden a tener más celulitis que las de raza asiática, etc.

  • Uso de ropa muy ceñida: frena la circulación venosa al comprimir la parte superior del muslo.

  • Falta de sueño: alteración del metabolismo que provoca una mayor acumulación de grasa.

  • Estrés y ansiedad: aumento de la liberación de catecolaminas que interfieren en el metabolismo lipídico y en el equilibrio de agua en el organismo.

  • Recurrir a “dietas milagro”, ya que las alteraciones bruscas y oscilantes de peso provocan una pérdida de tono muscular y aumento de la flacidez.

  • Alcohol: calorías vacías que se acumulan. Acción vasodilatadora.

  • Tabaco: destruye el colágeno y acumula los radicales libres.

  • Sedentarismo: aumenta la flacidez y la acumulación de grasa.

  • Hábitos alimentarios: el consumo excesivo de grasas saturadas, azúcares simples, alimentos ricos en sal...

  • Permanecer mucho tiempo de pie o sentado, dificulta el retorno venoso.


Tipos de celulitis:

En función del aspecto y consistencia en la piel, podemos distinguir distintos tipos:


Celulitis DURA o Compacta:

  •  Tacto más duro que el resto de la piel.

  •  Afecta principalmente a mujeres más jóvenes, también delgadas y que practican deporte regular.

  •  Asociada a desajustes hormonales.

  •  Localizada principalmente en la cara externa de los muslos y

 glúteos.

  •  Puede ser dolorosa al pellizcar la piel.

  •  Apariencia compacta. No se modifica con los cambios posturales.


Celulitis BLANDA o Flácida:

  •  Más común a partir de los 30-40 años.

  •  Afecta más a las personas sedentarias o que han sufrido un cambio brusco de peso.

  •  Se localiza principalmente en muslos, abdomen, glúteos e incluso espalda.

  •  El tejido está esponjoso con consistencia flácida que se mueve y 

varía en función de la postura de la persona.

  •  No suele ser dolorosa.


Celulitis EDEMATOSA: 

  •  Menos frecuente, aunque son los casos más graves.

  •  Dolor e hinchazón en la zona.

  •  Afecta a la parte inferior de las piernas, los muslos y las rodillas.

  •  Consistencia viscosa y con nódulos dolorosos al tacto. Hundimiento 

mantenido de la piel tras aplicar presión.

  •  Afecta a distintas edades.


Celulitis MIXTA:

  • Es la más frecuente y combina distintos tipos de las anteriores.



Grados de celulitis:

En función de la alteración y de los cambios histológicos que se producen, existe una clasificación (Clasificación Nurnberger-Muller) que diferencia 4 grados distintos de celulitis:


Grado I:

  • Celulitis incipiente, prácticamente imperceptible.

  • Comienza con una alteración de la permeabilidad capilar y con alteraciones morfológicas de los adipocitos.

  • Los capilares empiezan a dilatarse.


Grado II:

  • Al pellizcar la piel ya se nota la pérdida de elasticidad y palidez en la piel.

  • A nivel de tejido: empieza la hiperplasia e inflamación de los adipocitos.


Grado III:

  • Celulitis ya visible.

  • Piel con aspecto acolchado o piel de naranja en estado de reposo.

  • Al palpar la zona, hay sensación granulosa.

  • Disminuye la elasticidad de la piel. Puede presentar palidez y una menor temperatura.

  • Puede ir acompañado de dolor al tacto.


Grado IV:

  • Grado más avanzado.

  • Nódulos más visibles y dolorosos.

  • Piel ondulada a simple vista.

  • Desaparición de la estructura lobular del tejido adiposo. 

  • Aparecen nódulos encapsulados por un tejido conectivo denso.


En próximos artículos os hablaré de los tratamientos y de los tips para mejorar y prevenir la celulitis!


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